Las lesiones en el fútbol ocurren en todos los niveles de juego, desde jugadores nuevos hasta profesionales. Estos son algunos consejos para prevenir y tratar tres lesiones comunes en el fútbol.
Esguinces de tobillo
La lesión de tobillo más común es un esguince de tobillo. Es causado por los ligamentos que rodean la articulación del tobillo que se estiran hasta que se rompen. Correr o aterrizar en un terreno irregular puede provocar un esguince de tobillo.
Para los futbolistas, también les puede ocurrir cuando caen sobre el pie de otro jugador.
El dolor, la hinchazón y la dificultad para sostener el tobillo, son signos de un esguince.
Una de las mejores maneras de prevenir los esguinces de tobillo es fortaleciendo los músculos alrededor del tobillo. Pararse sobre un pie a la vez puede ser útil, al igual que otros ejercicios de entrenamiento del equilibrio. También ayudará usar zapatos cómodos y reemplazarlos cuando comienzan a desgastarse.
Debido a que existen diferentes grados de esguinces de tobillo, el proceso de recuperación y el tiempo de curación pueden diferir mucho. Para un esguince menor, RICE (del inglés, rest, ice, compression and elevation: reposo, hielo, compresión, elevación) es el mejor tratamiento. Descanse el tobillo, aplique frío en incrementos de 20 minutos cada 2 horas durante las primeras 24 horas, aplique compresión o una venda elástica para evitar la inflamación y eleve el tobillo.
Después de las primeras 24 a 48 horas, con un esguince menor, puede comenzar a cargar peso en el tobillo. Mientras que un esguince menor debe sanar en 2 a 4 semanas, los esguinces más graves pueden tardar 6 semanas o más en sanar.
Con un esguince menor, realiza ejercicios de rango de movimiento como escribir las letras del alfabeto en el aire usando el dedo gordo del pie como un lápiz o mover el tobillo contra una banda de resistencia para ayudar al proceso de curación. Para esguinces más graves, es posible que se requiera fisioterapia o cirugía. Envolver el tobillo durante la actividad física, incluso después de que se haya curado, puede ayudar a prevenir una lesión repetida.
Fractura por estrés
Las fracturas por estrés son pequeñas grietas en los huesos del pie. Una fractura por estrés puede comenzar como un dolor apenas perceptible que aumenta con el tiempo. Un aumento repentino en la actividad o un mayor uso de una parte específica del pie, como la parte exterior del pie, puede provocar una fractura por sobrecarga del pie.
Al igual que muchas lesiones relacionadas con el fútbol, una de las mejores maneras de prevenir una fractura por estrés en el pie es aumentar lentamente su actividad. No hagas una nueva habilidad repetitivamente ni intentes correr largas distancias cuando normalmente no corres. El tratamiento para un pie fracturado por estrés será similar al tratamiento para un esguince de tobillo. Tu médico también puede sugerirte que uses un aparato ortopédico para caminar o muletas mientras sanas.
Ampollas
Los jugadores de fútbol generalmente tienen ampollas en los talones y en las plantas de los pies. La fricción entre los pies del jugador y los zapatos a menudo las provoca. Los zapatos nuevos, los usados y los que son demasiado grandes o demasiado pequeños, pueden causar ampollas. Puede ayudar a prevenir las ampollas en los pies comprando tacos que te queden bien y reemplazándolos a medida que se desgasten. A algunas personas les gusta ponerse los tacos nuevos, remojar los pies en agua tibia y caminar con los tacos mojados para acostumbrarlos más rápido.
Afortunadamente, a diferencia de muchas otras lesiones, las ampollas no te impedirán seguir jugando al fútbol. Si sientes que empieza a salir una ampolla, trátala de inmediato. La aplicación de vendajes y ungüentos en el área afectada puede ayudar a prevenir que la ampolla empeore y puede ayudar a que sane.
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