Si eres deportista, sin duda habrás oído hablar de rotura del tendón de Aquiles. Sabes que es una lesión grave, pero no estás muy seguro de lo que implica. Desafortunadamente, esta falta de conocimiento podría contribuir a tu propia lesión. Esto es lo que necesita saber sobre esta lesión deportiva común.
La rotura del tendón de Aquiles es una lesión que afecta la parte trasera de la pantorrilla. Ocurre principalmente en las personas que practican deportes recreativos, pero puede sucederle a cualquiera.
El tendón de Aquiles es un fuerte cordón fibroso que conecta los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el hueso del talón. Si estiras excesivamente el tendón de Aquiles, puede desgarrarse (romperse) total o parcialmente.
Si el tendón de Aquiles se desgarra, es posible que oigas un chasquido, seguido inmediatamente de un dolor agudo en la parte trasera del tobillo y la pantorrilla, que probablemente afecte tu capacidad de caminar correctamente.
El tendón de Aquiles es el tendón más grueso del cuerpo. Su grosor es necesario ya que es uno de los tendones más utilizados y estirados.
Toda esa tensión puede hacer que se debilite y estirarlo más allá de su rango de movimiento puede provocar que se rompa. Esta lesión es más común en hombres en una proporción de casi 20:1 y es más prominente en personas mayores de 30 años.
Causas
El tendón de Aquiles te ayuda a apuntar el pie hacia abajo, a levantar los dedos del pie y a empujar el pie hacia adelante al caminar. Lo usas prácticamente cada vez que caminas y mueves el pie.
Por lo general, la rotura ocurre en la parte del tendón ubicada a 2 1/2 pulgadas (alrededor de 6 cm) del punto en el que se une al hueso del talón. Esta parte puede tender a romperse si recibe poco flujo de sangre, lo que también puede afectar su capacidad de sanar.
Generalmente, las roturas se producen por un aumento repentino de la presión ejercida sobre el tendón de Aquiles.
Los ejemplos más frecuentes son:
Volverse activo después de un período de inactividad.
Participación en deportes de alto impacto.
Torcerse el tobillo.
Comenzar una nueva actividad de ejercicio.
Tropezar o aterrizar con fuerza.
Incrementar la intensidad de la actividad deportiva, sobre todo, en deportes que implican saltar.
Caer de lo alto.
Pisar un hoyo.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de rotura del tendón de Aquiles son:
Edad. La edad pico para la rotura del tendón de Aquiles es de 30 a 40 años.
Sexo. Es cinco veces más probable que la rotura del tendón de Aquiles ocurra en hombres que en mujeres.
Deportes recreativos. Las lesiones del tendón de Aquiles ocurren con más frecuencia en deportes que implican correr, saltar e inicios y paradas repentinos, tales como el fútbol, el básquetbol y el tenis.
Inyecciones de esteroides. A veces los médicos inyectan esteroides en la articulación del tobillo para reducir el dolor y la inflamación. Sin embargo, estos medicamentos pueden debilitar los tendones cercanos, y se les ha asociado a roturas del tendón de Aquiles.
Determinados antibióticos. Antibióticos de fluoroquinolona aumentan el riesgo de rotura del tendón de Aquiles.
Obesidad. El sobrepeso puede ejercer más presión en el tendón.
Prevención
Estira y fortalece los músculos de la pantorrilla. Estira la pantorrilla hasta que sientas un tirón evidente, pero no doloroso. Los ejercicios para estirar las pantorrillas también pueden ayudar al músculo y al tendón a absorber más fuerza y prevenir la lesión.
Varía tus ejercicios. Alterna deportes de alto impacto, como correr, con deportes de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Evita actividades que provoquen tensión excesiva en los tendones de Aquiles, como la carrera de montaña y las actividades de salto.
Elige con cuidado las superficies para correr. Evita o limita correr sobre superficies duras o resbaladizas. Vístete adecuadamente para entrenar en climas fríos y usa calzado deportivo que se ajuste adecuadamente, con una amortiguación correcta en los talones.
Aumenta gradualmente la intensidad del entrenamiento. Es frecuente que las lesiones del tendón de Aquiles ocurran después de aumentar abruptamente la intensidad del entrenamiento. Aumenta la distancia, la duración y la frecuencia de tu entrenamiento, como máximo, un 10 por ciento por semana.
Tratamiento
El tratamiento para la rotura del tendón de Aquiles depende de la edad, el nivel de actividad y la gravedad de la lesión. En general, las personas más jóvenes y activas, especialmente los deportistas, suelen elegir la cirugía para reparar el tendón de Aquiles cuando está totalmente roto, mientras que es más probable que las personas mayores elijan el tratamiento no quirúrgico.
Sin embargo, estudios recientes han demostrado que ambos tratamientos son igualmente efectivos.
Tratamiento no quirúrgico
Este enfoque generalmente supone:
Mantener el tendón en reposo usando muletas
Colocar hielo en la zona
Tomar analgésicos de venta libre
Mantener el tobillo en reposo durante las primeras semanas, en general, con una bota para caminar con tacones de cuña o un yeso, o con el pie flexionado hacia abajo
Con este tratamiento no quirúrgico, evitas el riesgo asociado con la cirugía, como una infección.
No obstante, un enfoque no quirúrgico podría aumentar las probabilidades de que se vuelva a romper, por lo que la recuperación puede tardar más; aunque algunos estudios recientes muestran resultados favorables en personas que usaron tratamientos no quirúrgicos y comenzaron la rehabilitación con peso en forma temprana.
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